La obesidad es entendida como una enfermedad crónica y compleja. Tiene una frecuencia muy elevada que tiene como origen la unión de múltiples causas, desde factores genéticos, hasta ambientales, de estilo de vida e incluso sociales. Las consecuencias negativas para la salud son numerosas, afectando tanto a la calidad como la esperanza de vida, incluyendo habitualmente el estado emocional debido al estigma social que lleva asociado.

Es por ello que el tratamiento de la obesidad debe centrarse siempre en la mejora de la salud y en la promoción hacia hábitos saludables. El objetivo principal no debe ser la pérdida de peso corporal, sino la mejora del estado de salud general.

El tratamiento de la obesidad supone incluir varios factores, como alimentación saludable, actividad física suficiente, terapia conductual y, en algunos casos, valorar la necesidad o indicación de tratamiento farmacológico. Además, conviene insistir en otros factores que ayuna a la mejora de la salud y la composición corporal, como son mantener una cantidad y calidad del sueño, respetar los horarios de las comidas y realizar una buena gestión de los niveles de estrés.

Los cambios en la alimentación deben ir dirigidos a la mejora de los hábitos alimentarios, evitando patrones restrictivos, y siempre en relación con el mantenimiento de un estilo de vida saludable.

A continuación, se enumeran los más aspectos más importantes a poner en práctica:

Equilibrio en la alimentación, basado en la inclusión de vegetales y la reducción de alimentos ultraprocesados.

Tamaño de las porciones, teniendo en cuenta las necesidades de cada persona.

Entorno de las comidas, priorizando las comidas en familia y en ambiente agradable.

Evitar dietas o pautas de alimentación restrictivas, pues nunca deben ser una estrategia para la reducción de grasa corporal.

Educación nutricional, para obtener el conocimiento básico de los alimentos y su relación con la salud.

En definitiva, la estrategia para la obesidad debe ir más allá de los clásicos “dieta y ejercicio”, sino que pasa por el entendimiento de la obesidad como una enfermedad crónica, que necesita varios tratamientos y aspectos a modificar, basados siempre en el cambio de hábitos saludables.