Planificar el menú semanal puede ahorrar tiempo y disminuir la carga mental diaria de las familias. Además, ayuda a elaborar una lista de la compra más ajustada a las necesidades y a poder optimizar la economía familiar. Al mismo tiempo, favorecemos que la familia pueda seguir una alimentación en la que todos los grupos de alimentos estén presentes en la frecuencia y la cantidad que se recomienda.

A menudo, en los centros educativos se facilita el menú escolar de lunes a viernes con propuestas de cenas. Se puede usar ese menú como punto de partida, pero faltará planificar las comidas del fin de semana.

El primer paso para poder planificar el menú semanal en casa es conocer la frecuencia de consumo de alimentos. Os recomendamos leer el consejo sobre «Frecuencia de consumo de cada grupo de alimento alimentos». (link al consejo )

Una vez sabemos que debemos consumir dos veces al día verduras crudas o cocinadas, tres o cuatro veces a la semana legumbres, que no debemos excedernos en el consumo de carne roja o procesada (una o dos veces a la semana) …, podemos distribuir los grupos de alimentos a lo largo de la semana y en las comidas principales (habitualmente, comida y cena).

A continuación, se muestra una propuesta de planificación semanal en la que falta incluir frutas y lácteos. Hay que recordar que se deben repartir 3 frutas al día de la manera que nos sea más cómoda, siempre en piezas o trozos (no en zumos).

La planificación sirve como punto de partida. Si algún día de la semana no tenemos el alimento que habíamos planificado, podremos intercambiarlo por otro alimento del mismo grupo, como la pasta integral. Por ejemplo, si el lunes no tenemos patatas en casa, podemos intercambiarlo por pasta integral, arroz integral, quinoa...

Cómo elaborar mi propio menú semanal:

Una vez tenemos hecha la planificación semanal por grupos de alimentos, se puede pensar en recetas o menús que den respuesta a la propuesta.

Truco:Durante unas semanas o días, anota las recetas que hacéis en casa, de manera que tengas un listado variado que te servirá para elaborar el menú semanal.

La planificación sirve como punto de partida. Si algún día de la semana no tenemos el alimento que habíamos planificado, podremos intercambiarlo por otro alimento del mismo grupo, como la pasta integral. Por ejemplo, si el lunes no tenemos patatas en casa, podemos intercambiarlo por pasta integral, arroz integral, quinoa...

A menudo consultamos o descargamos menús semanales de libros o de internet. Esto puede resultar de ayuda como punto de partida, pero a menudo estos no se pueden seguir porque no respetan nuestras preferencias, cultura o costumbres, el tiempo que tenemos ese día de la semana para preparar la comida, no tenemos los ingredientes que se requieren… Por eso, lo más recomendable es elaborar nuestro propio menú semanal en casa.

Ejemplo de menú semanal con la propuesta anterior: