Alimentos ultraprocesados

Son alimentos que todo el mundo conoce, como pizza, gominolas, refrescos, galletas, bollería, patatas fritas, snacks o chocolates, entre muchos otros, y que se encuentran de forma habitual en los supermercados, cadenas de comida rápida o máquinas expendedoras. La industria de la alimentación ha creado alimentos que por su composición nutricional no son adecuados para tomarlos con frecuencia, pero que en los últimos años forman parte de la comida diaria de muchas familias.

Desde el punto de vista de la salud, este grupo de alimentos se denomina también de consumo ocasional, pues solamente se deberían tomar en ocasiones especiales y nunca como base de la alimentación habitual.

Sin embargo, los informes sobre el consumo de este tipo de alimentos en nuestra sociedad muestran datos preocupantes.

El consumo de alimentos ultraprocesados es cada vez más común entre niños y adolescentes. Datos recientes de estudios internacionales indican que entre el 18 % y el 68 % de la energía diaria proviene de alimentos ultraprocesados. A nivel nacional, este valor llegó hasta el 37 % en niños de entre 4 y 5 años de edad. Esto se traduce en que este tipo de productos, que deberían ser de consumo esporádico, se incluyen en la alimentación de forma diaria y son una parte fundamental en la alimentación y un porcentaje muy elevado del aporte energético diario.

Desde el punto de vista nutricional, los alimentos ultraprocesados tienen en común algunos aspectos poco deseables, como un elevado contenido de:


Energía
Grasas, especialmente en forma de aceites vegetales refinados

Especialmente en forma de aceites vegetales refinados

Sal
Azúcares o harinas refinadas

Se incluyen en este grupo leche, yogur (leche fermentada) y quesos.

Aditivos

Conservantes, colorantes, potenciadores de sabor y edulcorantes

La mezcla de estos nutrientes ayuda a que sean alimentos muy fáciles de comer (muy sabrosos) y que crean una potente recompensa en nuestro cerebro al tomarlos. Las mezclas de azúcares, grasas vegetales refinadas, potenciadores de sabor o edulcorantes provocan en el cerebro una gran sensación de placer al tomarlos, lo que estimula el aumento de su consumo, llegando a tomar más cantidad de lo que el cuerpo necesita. 

Estos alimentos se venden en envases muy atractivos, con colores impactantes, dibujos de personajes conocidos o asociados a juegos. Esto ayuda a aumentar las ventas de estos productos, especialmente entre los más pequeños de la casa. 

Además, son muy fáciles de preparar y de ingerir, por lo que muchas veces se toman mientras se realiza cualquier otra acción, como mirar pantallas o jugar a videojuegos, lo cual facilita también tomar aportes superiores a las necesidades energéticas del organismo. 

El consumo de estos alimentos se ha relacionado claramente con el aumento del peso corporal, pero también con un mayor riesgo cardiovascular, de aparición de problemas metabólicos como diabetes mellitus tipo 2 y, recientemente, con el aumento de algunos tipos de cáncer o enfermedades neurodegenerativas. Por ello, es necesaria la reducción del consumo de este tipo de alimentos y pasar del consumo habitual que se produce en la actualidad a un consumo solamente ocasional.

Referencias bibliográficas:

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